Las estrías en el embarazo son un fenómeno muy común, prácticamente el 80 por ciento de las mujeres sufren estas marcas en la piel en la gestación de un hijo.
Son inofensivas, pero resultan molestas en los cánones de belleza actuales. Durante el embarazo el cuerpo segrega la hormona cortisol que provoca una disminución de la flexibilidad y elasticidad de las fibras de colágeno que forman la dermis.
Estrías en el embarazo
El embarazo provoca el crecimiento de la barriga, los muslos y la senos, por tanto la piel debe de estirarse llegando a un punto límite donde se produce el desgarro de las fibras de colágeno.
Un factor muy importante en la aparición de estrías es la genética, así que si tus ascendientes tuvieron estrías es muy probables que también las sufras ya que las hijas suelen tener el mismo tipo de piel que las madres.
Las estrías típicas de embarazada aparecen en el vientre como líneas onduladas viniendo de arriba abajo, también las encontramos en los senos con forma radias respecto al pezón. Suelen aparecer en el séptimo mes y pueden resultar difíciles de eliminar.
Al terminar el embarazo estas rayas rosadas o púrpuras, toman un color parecido al blanco y ya indican que están cicatrizando, con lo que conviene que intentes prevenirlas y tratarlas cuanto antes lo mejor posible mediante deporte, un buen sostén que se ajuste bien, cremas y aceites hidratantes, masajes además de duchas de contrastes de temperatura para estimular la circulación sanguínea